Tratamiento láser para rosácea: sin dolor y con resultados a largo plazo
Las afecciones de la piel son más comunes de lo que podríamos llegar a pensar. Precisamente por ello, es que en el mercado existen infinidades de tratamientos dermatológicos orientados a “mejorarlas”. Pero, aunque lo hacen, requieren un gasto y una aplicación constante; mientras que con el tratamiento láser para rosácea, los resultados pueden ser mucho más evidentes (incluso después de la primera sesión) y por supuesto duraderos.
Pese a que esta patología de la piel es un poco severa y no puede eliminarse por completo, sí se pueden disminuir los síntomas y su afectación en la apariencia de la piel.
Por lo tanto, te invitamos a que leas y te informes con nosotros sobre todo lo relacionado a esta afección y cómo, a través del tratamiento láser para rosácea con IPL puedes obtener resultados a largo plazo, totalmente seguros y sin efectos secundarios dolorosos o duraderos.
Puntos básicos sobre la Rosácea
La rosácea es una afección de la piel, que se reconoce fácilmente por el enrojecimiento que ocasiona a partes del rostro, tales como la nariz o las mejillas; algunas veces (dependiendo de su nivel de gravedad), puede extenderse a todo el rostro.
En algunos casos, dependiendo del tipo de rosácea que se padezca, el rostro puede presentar un rubor intenso localizado, al igual que inflamaciones (póstulas) y granos rojos con pus, que son ocasionados por la dilatación de los vasos sanguíneos.
Así mismo, quienes la padecen, suelen ser de piel sensible y presentar resequedad en el rostro; por lo que el uso de cosméticos o algún tipo de medicamento y tratamiento, deben ser indicados por un especialista; sobre todo, teniendo en cuenta que, debido a la hipersensibilidad que algunas personas pueden presentar, factores como el calor, la luz ultravioleta, el estrés y los alimentos picantes, pueden hacer que los síntomas aumenten dicha sensibilidad.
Esta patología, comúnmente ataca a personas de piel clara y, generalmente, se padece por factores hereditarios y genéticos antecedentes. Si no se trata, a los síntomas se le puede sumar la sensación de ardor e hinchazón en el rostro. Por lo tanto, es importante cuidarla, mientras se padece.
Tipos de rosácea
Según la gravedad con la que se presente la rosácea, ésta tiene diferentes denominaciones. Y también, se clasifica según los síntomas que denota.
En ese caso, los tipos de rosácea son generalmente los siguientes:
- Rosácea ocular: esta es una de las etapas más avanzadas de la patología. Se denota, debido a la sensación de picor, ardor, resequedad e irritación en los ojos, además de un enrojecimiento que no es común. En algunos casos, puede afectar también alrededor del ojo, hinchando los párpados, ocasionando visión borrosa y haciéndola fotosensible.
- Rosácea fimatosa: es aquella que se encuentra al nivel de producir el engrosamiento de la piel, ocasionando una superficie irregular que muestra bultos.
- Rosácea papulopustulosa: este tipo, se localiza frecuentemente hacia el centro del rostro y en ella, se observan las pápulas o granos enrojecidos que generalmente contienen pus.
- Rosácea eritemato - telangiectásica: este es el tipo más común y menos fuerte de la rosácea; es en el que se observa el rubor como coloración permanente del rostro y, en algunos casos, presenta telangiectasias (vasos sanguíneos visibles en la piel).
Con la edad, muchos de los síntomas de la rosácea, se pueden ir incrementando y con ella, aumentando la gravedad de la patología. Quienes la padecen, suelen caracterizarse por una autoestima baja y esto se debe - por supuesto - a las marcas evidentes que la rosácea genera en el rostro.
Además de ello, la sensibilidad que les produce en el rostro, los hace limitarse considerablemente a la recepción de rayos solares y al consumo de ciertos alimentos, bebidas y ocasiones que les produzcan mucho estrés.
Por lo tanto, lo más recomendable es que, si presenta algunos de estos síntomas, acuda a algún especialista que le indique cuál es la mejor manera de tratar su tipo de rosácea y produzca un diagnóstico acertado al respecto.
Para que te hagas una idea, te mencionaremos algunos de los tratamientos faciales más comunes para tratar la rosácea.
Tratamientos indicados para la rosácea
Llegados a este punto, debemos recordar que la rosácea es una afección de la piel considerada como crónica; por lo tanto, no tiene una cura definitiva, pero sí puede tratarse sin ningún problema para disminuir los síntomas y mejorar la apariencia saludable de la piel del rostro.
En ese sentido, los tratamientos indicados para la rosácea, suelen enfocarse en el control de los síntomas y en la mejora del aspecto de la piel, ayudando a que los poros se cierren un poco y el flujo de sangre en el rostro se mantenga limitado.
Aunque existen numerosos tratamientos que ayudan a calmar los síntomas (generalmente cremas y medicamentos), en esta oportunidad queremos mencionarte aquellos con los que obtendrás resultados mucho más duraderos y notables.
Los láseres, con sus emisiones de ondas de luz determinadas, son los equipos que resultan actualmente más eficaces para combatir los síntomas de la rosácea a un plazo más extendido y significativo.
Estos láseres son:
- Láser CO2: es una buena opción para quienes padecen el tipo de rosácea que más inflama e hincha la piel; es también conocido como láser ablativo y funciona justamente para tratar esas áreas inflamadas o hinchadas.
- Láser Erbio (YAG): este láser se enfoca en el tratamiento de los vasos sanguíneos que resultan visibles y en la mejora de la textura de la piel.
- Láser Colorante Pulsado (PDL): es un tipo de láser que utiliza un colorante especial para cambiar el color del láser y así poder penetrar directamente en los vasos sanguíneos (coagulándolos y luego destruyéndolos) para reducir el efecto de las lesiones tales como el enrojecimiento y la inflamación.
Sin embargo, además de que los tratamientos con estos tipos de láseres suelen ser bastante costosos, los efectos posteriores a su aplicación suelen acabar en hinchazones y piel amoratada. No obstante, con el progreso de los días, estos disminuyen y la piel vuelve a un estado natural.
Ahora bien, resultados similares y mucho menos invasivos, se pueden obtener con el tratamiento láser para rosácea con IPL, es decir, con Luz Pulsada Intensa.
Con esta tecnología, la piel no sufre efectos secundarios como la piel amoratada o hinchada; de hecho, sus efectos son realmente mínimos. Sumado a esto, el proceso de recuperación es muy rápido; mientras que con el láser PDL se debe recurrir al consumo de calmantes para aliviar dichos efectos secundarios.
Tratamiento para rosácea con tecnología IPL
La tecnología IPL o con Luz Pulsada Intensa, es una novedosa forma de tratamiento para las afecciones de la piel que funciona a través de la emisión de longitudes de luz policromáticas (de diversos colores) y que ataca directamente a las células no deseadas que se encuentran en la dermis, para eliminarlas o inhibir su progreso.
En el caso de esta patología, el tratamiento para rosácea con tecnología IPL, funciona para tratar justamente las lesiones vasculares que afectan directamente a los vasos sanguíneos que generan el enrojecimiento en la piel.
Sin ocasionar daños en los alrededores, las ondas de luz emitidas durante el tratamiento láser para rosácea con IPL, son realmente eficaces para eliminar las telangiectasias (rojeces), ya que atacan directamente a la hemoglobina contenida en los vasos sanguíneos, haciendo que éstos se cierren progresivamente y el proceso inflamatorio que ocasionan sea inhibido de forma inmediata.
Sesiones requeridas para tratar la rosácea
Dependiendo de la etapa de avance en la que se encuentre la rosácea de cada persona, un especialista determinará la cantidad de sesiones que se requieren para disminuir los efectos de la patología.
Generalmente, la cantidad de sesiones requeridas en el tratamiento láser para rosácea con IPL, varía entre las 3 a las 4 sesiones, las cuales, deben tener un espacio de descanso de al menos 4 semanas o un mes para que la piel pueda tener un correcto proceso de recuperación y regeneración natural.
Debido a que la rosácea no se puede curar (o eliminar) en un 100%, luego de la realización de las sesiones indicadas, será necesario acudir al especialista al menos una vez al año para realizar un mantenimiento en el rostro y evidenciar los avances obtenidos.
¿Qué sentirás durante las sesiones?
Generalmente, los tratamientos con láser, pueden ser un poco dolorosos ante el contacto con la piel. Sin embargo, en el caso del tratamiento láser para rosácea con IPL, no se siente ningún tipo de dolor, sino - ocasionalmente - una pequeña molestia cuando el láser hace contacto con la segunda capa de la piel.
Precisamente por el hecho de que no ocasiona dolor alguno o efectos secundarios demasiado visibles, el tratamiento láser para rosácea con IPL es el método más efectivo para combatir los efectos de esta patología.
Gracias a que la tecnología emite distintas longitudes de ondas de luz y con un efecto policromático (varios colores), el contacto del láser con la piel no resulta para nada invasivo. Por lo contrario, elimina las células no deseadas y activa la formación de colágeno para que la piel pueda regenerarse de manera natural, mejorar su textura y también su luminosidad.
Por lo tanto, durante el tratamiento láser para rosácea con IPL, únicamente será necesario portar lentes oculares para proteger los ojos de las emisiones de luz y la colocación de un gel conductor, especial para que disminuya la sensación de calor sobre la piel y ésta entre directamente hacia la dermis.
De igual manera, por tratarse de una zona delicada, cada sesión del tratamiento láser para rosácea, tardará alrededor de 15 minutos hasta 40 minutos. Y justo luego de acabar con las emisiones de luz, podrás retomar tus actividades cotidianas sin necesidad de mayores cuidados posteriores.
¿Por qué el tratamiento láser para rosácea con IPL es el más efectivo de todos?
Aunque ya hemos mencionado algunos, podemos agregar que el tratamiento láser para rosácea con IPL es el más efectivo de todos, gracias a que muchos de los pacientes que han recurrido al tratamiento para trabajar en su afección de la piel, han obtenido resultados realmente satisfactorios con la eliminación de al menos el 80% de los síntomas evidentes.
Esto es posible, debido a que la tecnología IPL emite las longitudes de ondas de luz correctas para atacar directamente la hemoglobina e inhibir así los vasos sanguíneos que también suelen ocasionar las arañas vasculares y el resto de los síntomas de la rosácea.
Al mismo tiempo, también acelera el proceso curativo de la piel, gracias a que genera la activación natural del colágeno, eliminando el exceso de manchas y ayudando a mejorar la textura de la piel; lo que, para el caso de la rosácea es genial, puesto que generalmente las personas que la sufren, presentan una piel muy dura en algunas áreas del rostro.
Efectos secundarios que ocasiona el tratamiento
Tal como lo hemos dicho más arriba, los efectos secundarios del tratamiento láser para rosácea con la tecnología IPL son mínimos.
Generalmente, se puede volver a la vida cotidiana, tan sólo teniendo en cuenta el cuidado de la exposición de la piel a los rayos del sol.
En casos muy contados y extraños, puede que se observe un poco de hinchazón o rojez en la piel, que resultan de la emisión de calor a ella. Sin embargo, disminuyen progresivamente con el pasar de las horas, luego de la aplicación del tratamiento.
Resultados que se logran con el tratamiento adecuado
Dependiendo del nivel de afectación en la piel, el tratamiento láser para rosácea, contará con una cantidad determinada de sesiones.
Si bien, esta es una afección de la piel que resulta bastante difícil de eliminar, el tratamiento láser para rosácea, es tan eficaz que permite ver los resultados incluso después de pasados los primeros días después de la sesión.
Y, progresivamente, mientras acudas a tus sesiones mensuales, irás notando cómo los síntomas irán disminuyendo y la apariencia de tu rostro, mejorando considerablemente.